
INTRODUCCIÓN:
El franquismo se extendió desde 1939, tras la victoria de Franco en la Guerra Civil española, hasta la muerte del dictador en 1975. Durante estos años, España fue gobernada por un régimen autoritario y personalísimo que se caracterizó por la represión política y la falta de libertades civiles. A pesar de las políticas autárquicas aplicadas entre 1939 y 1959, la situación económica mejoró durante el desarrollismo liderado por tecnócratas entre 1959 y 1963, lo que generó una demanda social y cultural de mejora que finalmente hizo posible la Transición pacífica desde la dictadura a la democracia. El régimen franquista continúa siendo un tema muy polémico y ha sido objeto de extensos debates y análisis desde su finalización en 1975. En el presente ensayo repasaremos dicho periodo desde un punto de vista tanto político como social y económico.
DESARROLLO:
Franco, un militar con valores tradicionales, defendía una sociedad rígida basada en la familia y la propiedad privada, con un Estado autoritario, contrario al comunismo y la democracia liberal. El régimen franquista era nacionalista y católico, con ciertos rasgos populistas que manifestaban la adhesión de las masas al caudillo. Dentro del régimen existían diferentes sensibilidades que Franco controlaba, tales como el Ejército, la oligarquía financiera y terrateniente y la Iglesia, junto con las clases medias urbanas y el campesinado de las regiones centrales. Estos grupos defienden la familia, la propiedad, la religión y el orden público.
La historiografía tradicional coincide en periodizar el franquismo en las siguientes etapas:
- La denominada «etapa azul», durante la Segunda Guerra Mundial, de 1939 a 1945,en la que Franco se mostró colaborativo con Hitler y Mussolini.
- En la segunda fase(1945-1953), España fue excluida de la ONU (no será aceptada hasta la siguiente etapa, en 1955) y se caracterizó por el aislamiento internacional.
- La tercera etapa (de 1953 en adelante), se caracterizó por la apertura de España a Occidente en la Guerra Fría basándose en las ideas anticomunistas del régimen.
- Finalmente, la crisis del régimen se terminó de fraguar cuando el rey de Marruecos organizó la llamada Marcha Verde y ocupó el Sahara en 1975.
Tras la Guerra Civil, la recuperación económica fue lenta y no se alcanzaron los niveles de renta de 1935 hasta 1950. La política económica del régimen de Franco no favoreció mucho la producción industrial, causando una larga recesión en la economía nacional. Además, España se encontró en una posición desfavorable debido al alineamiento con las potencias del Eje, lo que provocó escasez de materias primas y productos energéticos, especialmente de petróleo.
La autarquía comprendió una primera etapa económica del régimen entre 1939 y 1959. Su fracaso provocó el racionamiento y un mercado negro que agravaba la desigual distribución de la renta, la caída del consumo y la disminución del salario real, lo que resultó en un descenso del nivel de vida. En 1941, se creó el INI (Instituto Nacional de Industria) para fomentar la industrialización y se desarrolló un turismo hacia España que proporcionó ingresos importantes. La devaluación de la peseta en 1959 fue clave para lograr el equilibrio de la balanza de pagos, pero una política económica intervencionista encareció las importaciones y provocó escasez de productos básicos, lo que llevó a establecer un sistema de racionamiento que se mantuvo hasta 1952.
Durante el periodo del desarrollismo (1959-1973), el Gobierno español buscó modernizar la economía y estabilizar el régimen mediante la inversión pública y la creación de empresas estatales. El Plan de Estabilización de 1959 fue el primer plan económico que se lanzó con el objetivo de frenar la inflación, equilibrar el presupuesto y modernizar la economía a través de la liberalización del comercio exterior, la devaluación de la peseta, la reducción del gasto público y la eliminación de los controles de precios y salarios. Mención especial merece el Plan de Desarrollo (1964) con parecidas intenciones al anterior plan.
En este periodo se llevaron a cabo proyectos importantes de modernización, como la construcción de carreteras, puertos y aeropuertos, la electrificación rural y la expansión de la red ferroviaria. A pesar de algunas limitaciones, los planes de desarrollo permitieron al país modernizarse y avanzar en diversos campos, como la educación, la sanidad y la vivienda, y tuvieron un impacto en la sociedad, al permitir la creación de una nueva clase media y una mayor movilidad social. Sin embargo, esta modernización también tuvo un coste social y medioambiental importante, como se puede apreciar en el crecimiento de las ciudades, que tal y como describe Stanley Payne, fue consecuencia de la represión y la eliminación de las libertades políticas.
En la década de 1970, la crisis económica y política se agrava en España coincidiendo con la crisis del petróleo de 1973 y la senilidad de Franco. De acuerdo con Ángel Viñas, «la economía española en 1975 se encontraba al borde del colapso económico». Se debe destacar también el papel de la emigración española hacia Europa Occidental e Hispanoamérica como válvula de escape, pues fue una importante fuente de ingresos para las familias, aunque también motivó que muchos jóvenes y trabajadores cualificados abandonaran el país.
El régimen franquista se caracterizó por una fuerte represión política, ejecuciones y una vasta red de informantes para vigilar cualquier forma de disidencia. La censura fue una herramienta importante del régimen para controlar la información y los medios de comunicación fueron controlados y censurados. Sin embargo, en los años 60, se inició una apertura cultural que permitió la entrada de nuevas corrientes artísticas y culturales en el país. En 1966 se creó la «Democracia Orgánica» con sufragio restringido y se aprobaron leyes que eliminaban la censura previa y permitían la libertad religiosa (1967). Sin embargo, siendo esta apertura insuficiente, la oposición al régimen persistió con la actividad en la clandestinidad de partidos políticos tradicionales, nacionalistas, la Iglesia y los sindicatos. Así, la protesta estudiantil aumentó, y el Congreso del Movimiento Europeo de Munich de 1962, denominado negativamente por el franquismo como el «Contubernio de Múnich» negó la posibilidad de la integración europea de España debido a su carácter dictatorial. Para perseguir delitos políticos, se creó el Tribunal de Orden Público. Las protestas estudiantiles fueron aumentando y supusieron la expulsión de algunos catedráticos, entre ellos Tierno Galván. Tras la muerte de Carrero Blanco y la llegada del Gobierno Arias Navarro, se multiplican los problemas, pero la sucesión de Juan Carlos I de Borbón como rey (aprobada en la Ley de Sucesión de 1969) en 1975 no genera tensiones significativas. Se inicia la transición a la democracia, que no fue fácil.
La política cultural se puede definir como muy conservadora y nacionalista. Se promovió la cultura española y reprimió cualquier forma de cultura regional o diversidad lingüística. Además, se controló la educación que ensalzaba la religión y la moralidad en detrimento de otras materias. Durante el franquismo, la educación era utilizada como una herramienta para difundir y mantener la ideología del régimen.
La transición a la democracia en España comenzó con la muerte de Franco en 1975 y la designación de Juan Carlos I como sucesor. Bajo su liderazgo, se promulgó una nueva Constitución en 1978 que estableció un sistema parlamentario, descentralización del poder y el reconocimiento de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos.
CONCLUSIONES:
En conclusión, el régimen franquista se caracterizó por una fuerte represión política y la falta de libertades civiles, lo que generó un clima de miedo y opresión en la sociedad. A pesar de la adaptación del régimen a las nuevas realidades económicas y políticas, la sociedad española fue todavía más lejos, volviéndose más tolerante y demandante de las libertades que les eran negadas. La oposición política y sindical comenzó a organizarse y a crecer, gracias en parte al beneplácito del rey y se llevó a cabo una transición pacífica de la dictadura a la democracia, que marcó el fin del régimen franquista y el inicio de una nueva etapa en la historia de España. No siendo consciente de ello, el régimen sentó las bases para el desarrollo democrático del país.
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