UNA NUEVA CONCEPCIÓN DEL URBANISMO LLAMADA A REVOLUCIONAR

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Mazón y Aledo en su artículo «El dilema del turismo residencial: ¿turismo o desarrollo inmobiliario» (2005) definen turismo residencial como «la actividad económica que se dedica a la urbanización, construcción y venta de viviendas que conforman el sector extrahotelero, cuyos usuarios las utilizan como alojamiento para veranear o residir, de forma permanente o semipermanente, fuera de sus lugares de residencia habitual, y que responden a nuevas fórmulas de movilidad y residencialidad de las sociedades avanzadas».

 Este turismo inmobiliario ha tenido una importante repercusión en la Región de Murcia durante las últimas décadas, muy especialmente en el primer lustro del siglo XXI. Al amparo de la benignidad del clima, la mejora de las comunicaciones y otros factores positivos, la Región se ha convertido en especial receptor de familias europeas que han adquirido una segunda residencia en nuestra comunidad autónoma y que buscan un estilo de vida mediterráneo. Desde el punto de vista sociológico, estas urbanizaciones se suelen convertir en pequeñas colonias en las que los turistas-residentes apenas se relacionan con los autóctonos, lo que origina el desconocimiento de las costumbres y tradiciones locales, junto al propio idioma.

 El rápido crecimiento, en muchos casos con escasa planificación, ha propiciado de forma indirecta importantes impactos -no siempre positivos- en aspectos básicos tanto de la economía regional (sanidad, educación, infraestructuras), como de los propios servicios o suministros de las nuevas áreas urbanizadas.  Estas carencias finalmente son contraproducentes y negativas para la futura comercialización de la marca «Región de Murcia».

De cara al futuro, se debe plantear un crecimiento de calidad, ordenado y planificado en el que se contemplen  todas las consecuencias, que incorpore cada vez más la construcción de complejos hoteleros que presentan mayores índices de sostenibilidad tanto de índole económica, como social y ambiental. No se trata de no crecer ni de dejar de consumir el territorio, sino de hacerlo de forma ordenada y maximizando sus múltiples beneficios.

Debemos aprender de nuestros aciertos y errores, aplicar los conocimientos adquiridos en el pasado reciente y apostar por un modelo en el que las nuevas urbanizaciones construidas bajo estrictos parámetros de calidad medioambiental, económica y social puedan convivir con complejos hoteleros que son los que van a dar empleo durante las próximas décadas a nuestras familias. En vista de los últimos datos y dado que el Turismo es la única actividad que a pesar de la crisis presenta índices positivos de crecimiento, debemos optimizar al máximo las actuaciones turísticas sobre el territorio y no «matar a la gallina de los huevos de oro», sino más bien mimarla y cuidarla para que sea más productiva.

Artículo de opinión publicado en el diario «La Verdad» de Murcia, el pasado 13 de diciembre de 2012. Suplemento «Nuestra Economía», página 3.

EL TURISMO COMO ALTERNATIVA A LA CRISIS:

Se presentan nuevas oportunidades

Se presentan nuevas oportunidadesque no podemos dejar escapar.

El secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai, declaraba recientemente que «el empleo en el sector del turismo será clave en la solución a la crisis económica en España». Y es que este año 2012 las previsiones apuntan a que el número de turistas internacionales llegará a los mil millones en todo el mundo. Paralelamente, nuestro país se consolida como cuarto destino en número de turistas (que previsiblemente llegue a los sesenta millones a lo largo este ejercicio) y como segundo donde el gasto por turista es mayor; no en vano, 2011 implicó una subida cercana al 9% con respecto a 2010, con unos ingresos ligeramente superiores a los 43.000 millones de euros. En la Región de Murcia, el aporte al PIB regional del turismo se acerca cada vez más al 10%, y el gasto turístico de 2010 fue superior a 2.600 millones de euros.

Los españoles, con un poder adquisitivo que se ha visto reducido en los últimos años decidimos quedarnos en España a la hora de viajar. La gran ventaja de que los compatriotas decidan no viajar tanto allende nuestras fronteras y por tanto la Región se plantee como posibilidad para sus vacaciones, es que si les gusta nuestro territorio y vuelven a sus casas con una buena experiencia, pueden convertirse en lo que ahora está tan de moda en el mundo de las redes sociales y del marketing viral: en activos fans y prescriptores del producto «Región de Murcia», que sin coste alguno posterior hablarán bien de nuestra comunidad y atraerán a su vez más visitantes.

Por otra parte, mercados tradicionalmente emisores como Alemania o Francia, parece que progresivamente van saliendo de la crisis y por tanto vuelven a tener mayor facilidad para volver a viajar a nuestro país. Se da cierto paralelismo con el boom turístico de los años sesenta, cuando nuestros hermanos europeos salieron de su posguerra con diez años de antelación a España: entonces vinieron por el producto y por el precio. Ahora es posible volver a captarlos además por la calidad y la experiencia que podemos y sabemos ofrecerles.

Para consolidar el destino genérico «Región de Murcia» dentro del panorama turístico actual nacional, se hace necesario cuidar nuestro producto y hacer que dichos turistas nacionales e internacionales se lleven una buena imagen.

Puesto que sumamos turismo nacional e internacional, el consumo del producto turístico regional será mayor. Además, el turismo implica otras actividades y sectores que le complementan; es decir, el maltrecho consumo aumentará. Análogamente debemos destacar que la demanda ha cambiado por de la crisis, es decir, se demandan nuevos servicios más competitivos y a menor precio, a la par que los tradicionales necesitan una mejora en ambos factores sin merma de calidad. Es aquí donde las empresas deben jugar un activo rol en la innovación de su producto, la diversificación y la interpretación de los deseos de los consumidores.

Hace ya algunos años Albert Einstein entendió la crisis como una bendición que aportaba progresos, pues es precisamente en estos momentos cuando nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Del mismo modo, la escritora Elsa Punset declaraba hace unos días que «las crisis son sólo procesos de reajuste, que deben aprovecharse para cambiar todo lo que no funciona y favorecer que el mundo sea cada vez mejor…las emociones son contagiosas, por eso hay que hacer un esfuerzo para intentar transmitir buenas ideas, ganas y cariño a los demás». Para este verano las perspectivas son buenas y debemos entender esta coyuntura como una nueva oportunidad para abandonar esta crisis. Ahora es el momento de la creación e la innovación…por ello, los profesionales del turismo estamos en la obligación de entender esta nueva oportunidad que nos brinda el destino y hacer posible un segundo boom turístico en la Región de Murcia, aprovechando nuestra experiencia, repitiendo los aciertos y suprimiendo los errores. Además, si queremos hacerlo bien, la ventaja competitiva frente a otros destinos sería convertirnos en pioneros, pues en todo, siempre gana más el primero.

Artículo de opinión redactado por José Antonio García Ayala y Rafael Rosa Sandoval, publicado el 31 de mayo de 2012 en el diario «La Verdad», suplemento «Nuestra Economía», página 3.